Videomarketing: El nuevo marketing Digital
Quizás te suene esto..
Estas viendo una serie desde el móvil y acabas jugando en el movil con una app sobre los personajes.
Consumir contenido audiovisual extra en redes sociales de ese spot de televisión que se ha viralizado.
¿Te suena la estrategia transmedia? Medios periodísticos cubriendo un mismo suceso a través de un vídeo directo en Facebook, la retransmisión en Twitter y el lanzamiento de la noticia en su web.
Esto es la narrativa transmedia (NT) una nueva vanguardia comunicativa que consiste en transmitir información de un mismo contenido a través de múltiples plataformas. El objetivo es aumentar el valor de este contenido, creando un amplio universo narrativo a la vez que estás generando otras fuentes de ingresos. Este tipo de estrategia multiplataforma está presente en publicidad, ficción, periodismo, educación, política, etc. Pero vamos a la pregunta del millón:
¿Cómo crear una estrategia transmedia?
El transmedia está actualmente en evolución, y su propia naturaleza transmediática da mucho pie a la experimentación. Desde Brusau Films, vamos a darte las pautas que creemos que son fundamentales para generar una estrategia transmedia que funcione.
En primer lugar, si queremos generar una estrategia transmedia, deberemos planteárnoslo desde el origen. Es cierto que a veces puede surgir de manera espontánea, fruto de la propia necesidad del autor de ampliar ese universo. Sin embargo, eso sucede cada vez menos, planificándose la ampliación de contenido multiplataforma desde el primer momento.
Una vez tenemos claro que “vamos a lanzarnos a la piscina”, deberemos ver cuántas y qué plataformas vamos a utilizar. En cuanto a la cantidad a emplear para que sea considerado transmedia, se difiere mucho. Jeff Gómez, productor transmedia de Starlight Runner, dice que para considerarse narrativa transmedia se debe incluir tres o más plataformas. Las plataformas van a depender siempre del producto que tengamos en nuestras manos. Deberemos preguntarnos dónde está nuestro espectador o cliente. No debría trazar el mismo esquema transmediático si quiero publicitar una serie de ficción para adolescentes, que si lanzo una campaña para una marca de cerveza.
Lo siguiente a tener muy en cuenta, es que el espectador o consumidor, ya no es un receptor pasivo, ahora se habla de “usuario prosumidor” (Scolari, 2013). Lo primero que deberemos hacer es captar la atención del usuario. Por ejemplo, comenzando nuestra creación de contenido por una de las plataformas. Una vez tengamos su atención, deberemos aprovechar el momento para empezar a ampliar nuestro contenido a más medios. Lo fundamental aquí, será que el contenido genere una retroalimentación por parte del usuario. Necesitamos que el usuario contribuya a la narrativa, generando otro contenido complementario al nuestro, y por otro lado, dando opinión acerca del contenido existente. El objetivo de todo ello es que el contenido se amplíe por el “prosumidor”, y por tanto ese mundo narrativo crezca, pero también tener el feedback de qué le gusta al usuario para el que estamos generando la estrategia.
El papel de este usuario activo genera un dilema, que es el riesgo de darle el control a la audiencia. Puede suceder que el contenido generado por el usuario desdibuje de alguna manera el esquema o storytelling que tengamos planteado. Nuestro consejo es que si esto ocurriese, valoremos nuestros objetivos y necesidades, viendo si supone realmente un problema o no.
Quizás te estes preguntando,
¿Cómo debe ser el equipo que la desarrolla?
Evidentemente, necesitaremos un equipo de personas cuyos perfiles variarán en función de la naturaleza de la estrategia (de marca, publicitaria, periodística, etc.) y las plataformas a través de las cuales se expande. Deberemos tener en cuenta que el transmedia no es exclusivamente creativo, sino que también tiene un apartado técnico fundamental (diseñadores, programadores, realizadores, animadores, etc.). Eso sí, lo que hay que saber es que en cualquier equipo de desarrollo transmedia debe haber dos perfiles muy importantes, un coordinador y un community manager. El coordinador gestionará y unificará el storytelling en todo momento, de tal modo que el contenido nunca pierda coherencia. Además, en la creación de ese storytelling cuantas menos personas, mejor. Por otro lado, el community manager va a gestionar la difusión de ese contenido en redes sociales, pero además será el encargado de llevar a cabo esa escucha activa al usuario. Su función será la vía para estudiar el comportamiento de los fans o consumidores y así identificar qué contenido necesitan en cada momento.